
Fuente. Ivet Rodriguez / Expansión
La pandemia de coronavirus ha generado una reconfiguración del mercado automotriz. Aunque el pastel se ha hecho más pequeño, ha habido algunas marcas que han sabido sacar provecho y han podido crecer su participación de mercado a costa de otras que, ante la falta de inventarios, de promociones y de novedades en los pisos de venta, no lograron mantener enganchados a los clientes en medio de la contingencia sanitaria.
Según datos de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz, General Motors y Toyota fueron, por mucho, las marcas que lograron ganar la mayor participación de mercado durante los primeros siete meses del año.
La firma estadounidense ha tenido varios lanzamientos en el primer semestre del año, en segmentos que han tenido una mayor demanda en medio de la contingencia, como el de los compactos. El sedán Onix, por ejemplo, es el que más volumen ha ganado entre enero y julio, 10,600 unidades, casi las mismas que se dejaron de vender de Nissan Versa (-11,600 unidades) en el periodo, según datos de la consultora J.D. Power.
General Motors acompañó a sus modelos de entrada con agresivos planes de financiamiento, como ofrecer precios de empleado o dar a los clientes la posibilidad de recuperar su enganche, hasta por 200,000 pesos, en caso de perder el empleo en los siguientes seis meses de la firma del contrato de financiamiento.
Además, la compañía realizó un mayor esfuerzo para atraer a los clientes desde una fase temprana en el proceso de decisión de compra, mediante una plataforma llamada Business Development Center que permite atraer a los sitios de los distribuidores a los clientes que están haciendo búsquedas en web.
“A partir del inicio de la pandemia migramos a todos los distribuidores a la plataforma digital y esto ha ayudado a multiplicar los leads (clientes potenciales)”, explicó Francisco Garza, presidente y director general de General Motors México.