Se aproxima la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio de México, Estados Unidos y Canadá, y el gobierno de López Obrador tiene un plan de apertura en tres fases que tiene nerviosos a los representantes de la industria automotriz. Ellos consideran que es necesario acelerar esa medida a fin de que se definan con tiempo los mecanismos y reglas que normarán la producción de vehículos en la región, de lo contrario se perderán más empleos y la industria sumará más pérdidas a las ya causadas por la pandemia.